Siendo Jefe del Departamento de Municipalidades del Gobierno Regional de la Región de Coquimbo, tuve la responsabilidad de coordinar los programas de especialización para directivos y profesionales de dicha entidad durante los años 1996-1997. En dicha oportunidad nos presentaron una propuesta de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano orientada a formar a los directivos (autoridades) en materias de Gerencia Pública. Un equipo compuesto por los académicos Enrique Villanueva (economista), Milton Vidal (Sociólogo) y Robinson Pérez (Administrador Público), llevó adelante esa jornada durante tres días.
Debo señalar que los participantes (Intendente Regional y todos los Seremis) quedaron tremendamente motivados por el trabajo realizado por dicho equipo que combinó la economía, la gestión y la planificación de una manera excelente.
Junto al Profesor Villanueva y su equipo planificamos un proyecto de continuidad, el cual se materializó en un Diplomado en “Gobierno y Gestión Regional”, acreditado por dicha Universidad y dictado por este equipo baso junto a otros connotados académicos.
Se formaron más de 25 profesionales del Gobierno Regional durante 9 meses de estudio, generando un precedente nacional respecto de otras regiones sobre los programas de fortalecimiento de la gestión que se impulsaban en ese entonces.
Al profesor Villanueva tuve la oportunidad de conocerlo en forma especial dado que después de las jornadas de trabajo compartíamos puntos de vista sobre el trabajo profesional y cuestiones de la propia vida. Siempre tuve una palabra sabia y ponderada sobre el desarrollo profesional, el cual era mi inquietud personal.
Por ello decidí postular a la Beca Presidente de la República para estudios de posgrado en el extranjero. Le pregunté a Enrique sobre que alternativas estudiar. El, sin vacilar me aconsejó irme a Inglaterra a la London School of Economics (dado que él estudio en dicha ciudad un grado en Economía Aplicada). Me gané la Beca, que me la entregó personalmente el Presidente Eduardo Frei en La Moneda junto a mi familia y, me aceptaron en la universidad antes señalada.
Debo decir que el consejo de Enrique me cambió la vida. Sin embargo ya en esos años lo acusaron por intermedio de la prensa de su presunta participación en el asesinato del Senador Guzmán. Enrique siempre me contó lo que había sido de su vida, nunca negó su participación en el Frente Patriótico Manuel Rodríguez, me confidenció cuestiones de su vida personal y me señaló que amaba profundamente la vida.
Antes de salir de Chile me junté con él y me dijo, mirándome a los ojos, con la convicción de su inocencia, que nada de lo que se le imputaba era cierto. Le creí…hasta el día de hoy. Porque con el paso del tiempo conocí a un hombre que lucho, al igual que yo, por sus ideales, un hombre que ama profundamente la vida, un hombre que daría todo por su familia (su esposa y sus dos hermosas hijas). Esa convicción que me formé, se la formó la totalidad de los que participamos como su alumno ya que él siempre nos habló de su vida y su historia.
Tuve la posibilidad de encontrarme con él en Barcelona y me dí cuenta, que por sus propios méritos llegó a ser gerente de una empresa dedicada a la gestión de calidad. Fue apreciado por sus pares, aunque también despertó la envidia de algunos que no pueden aceptar que alguien de Latinoamérica sea mejor que ellos.
Después, debido a trabajos que realicé con una empresa chilena me encontré nuevamente con él en Venezuela. Había sido contratado en el Colegio Universitario de Administración y Mercadeo, una entidad privada dedicada a la formación técnico profesional. Entidad de mucho prestigio en la ciudad de Valencia. Me consta el respeto que se le profesaba, el profesionalismo con el que actuaba y sobre todo, la calidad humana como se relacionaba.
Nadie allí habló nunca en contra de él. Sus jefes, tanto en Barcelona como en Venezuela, siempre conocieron la historia de Enrique, porque en ello jamás ha dudado. Hablar con franqueza y con la verdad han sido la clave de sus relaciones laborales y personales.
Estando en Venezuela me propuso integrarme en un proyecto de educación en Línea que estaban desarrollando (RUVAE-Red Universitaria Virtual América Europa). Comencé a trabajar con él en Chile, hicimos varios programas en la Región de Coquimbo y llegué a la Universidad de Valparaíso al Centro de Educación Virtual. Ellos organizaron un seminario internacional y Enrique fue invitado. Era volver a Chile después de varios años de “exilio” en democracia. Le dije que debería venir, que debería demostrar que era por sobre todas las cosas un excelente profesional y que tenía que contribuir con su experiencia y formación a desarrollar un aporte a nuestro país.
Es así como vino. Participó en el seminario, fur soberbia su intervención, recibió muchos aplausos, y…yo creo que ello lo convenció a volver junto a su familia.
No se equivocó, esta es su patria y no tiene nada que temer dije yo.
Al llegar a Chile desde el año 2005 en adelante trabajamos juntos en muchas actividades, hicimos consultorías en La Serena, en Santiago y otras ciudades. Él ingresó a la Universidad Arcis apoyando su proceso de acreditación, pero a poco andar se incorporó en la Universidad de Los Lagos donde jugó un gran papel en la generación de políticas de calidad que posteriormente fueron claves para la acreditación institucional.
Hoy, este destacado académico, profesional y brillante persona está privado de libertad. Por algo que él no cometió y que siempre ha condenado. Ha sido un luchador toda su vida. Y quien no es un luchador? Todos los días se lucha por las más diversas cosas.
Yo fui dirigente de los estudiantes universitarios de la serena entre el año 1986 y 1989, fui funcionario del Gobierno Regional de Coquimbo, fui el presidente de la Empresa Portuaria de Coquimbo, fui Secretario Regional Ministerial de Planificación, fui el encargado de elaborar el plan de Gobierno de esa época (Gobierno de Michelle Bachelet), hoy trabajo en una prestigiosa empresa privada ejerciendo roles directivos. Todo mi éxito personal tiene un denominador común: personas como Enrique, que te alientan, te dan consejo y amistad.
Hoy está injustamente detenido. No se entiende la justicia, encierran a los hombres buenos y honestos.
Le doy las gracias a Enrique por todos estos años de amistad. Conocí a un hombre íntegro con una familia extraordinaria. Siempre le dije cuando hablamos por teléfono: “como están las que mandan?” Y él se reía a carcajadas porque sabía que reflejaba el reconocimiento que le hacía de que su amor por ellas era infinito.
Uno siempre debe estar orgulloso de sus padres, es una aspiración íntima por lo demás de quienes lo somos. Sin lugar a dudas, sus hijas están y estarán toda la vida orgullosas de ser sus hijas y estarán esperándolo cuando se haga justicia, con los brazos abiertos y felices porque esta pesadilla habrá terminado.
MSc. Social Policy & Planning