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Quiero agradecer por la felicidad en el rostro de mis hijas. Esta injusta y arbitraria situación, nos ha dado dolor y mucha tristeza, pero también nos ha traído esperanza, fe y orgullo. Esperanza en que se haga justicia, fe en las instituciones y sus representantes y orgullo de ser quienes somos.

jueves, 13 de enero de 2011

Enrique:
Gracias a tí; por mantener tu posición y principios a pesar de los momentos adversos que han vivido tú y tu bellísima familia.  Es inspirador y mantiene la fé en la humanidad ver que aún hay hombres  que como dijera José Martí "Llevan en sí la honra y el valor de muchos hombres".  Te agradezco por la oportunidad de trabajar contigo, por todo lo que aprendí profesional y humanamente junto a tí; y por contarme entre tus amigos, por conocer y compartir con esas maravillosas mujeres que son Paty y las niñitas; hermosas Marianas modernas, ha sido para mí un honor y un privilegio que les agradezco mucho. Siempre estaré para ustedes, a su disposición absoluta.
Un gran abrazo y que el 2011 sea un año lleno de bendiciones y paz para ustedes.
Mercedes

sábado, 1 de enero de 2011

Cuando esto comenzó, lo primero que pensé fue irnos, pero un día, me reuní con un hombre que me dijo que no debíamos haber vuelto, que Enrique “estaba marcado” y debimos preguntar antes de volver. Y ahí pensé, No, no nos vamos a ninguna parte, este es mi país, nosotros no tenemos que pedir permiso para vivir en nuestra tierra. Aquí tantos hombres y mujeres dignas han dejado sus mejores esfuerzos, sus lágrimas, sus derrotas, sus triunfos, su historia, nuestra historia. Aquí hay tanto que hacer y se necesitan manos.Manos llanas y abiertas, dispuestas a mirar al futuro, reivindicando con orgullo el pasado. Manos capaces de construir en la diversidad, reconociendo en el otro capacidades y puntos de encuentro, por sobre las diferencias y sectarismos. Manos solidarias que acojan y fuertes que  sostengan. SI, yo me quedo en esta tierra y me quedo para lo que venga. Porque la solidaridad transversal nos ha hecho sentir que no estamos solas, porque Enrique esta con nosotras y porque contamos con un hombre maravilloso que permitió esta alegría: ROBERTO CELEDON.
Felices fiestas a todos, seguiremos nuestro camino en la busqueda de la justicia.
Un saludo especial para los familiares de los detenidos en la Carcel de Maxima Seguridad, gente que a pesar de sus profundos dolores,me acompañaron cariñosamente en mi proceso de ingreso a un mundo desconocido.
Para todos una vez mas nuestros profundos agradecimientos.
Patricia

UN ABRAZO DE ESPERANZA

QUERIDOS  AMIGOS (AS):
Parto diciendo gracias a todos y en especial a mi esposa,  a mis hijas, a mis compañeros y hermanos ex militares patriotas, que se opusieron al golpe  de estado en 1973, a mis compañeros y hermanos de tantas jornadas de lucha social a lo largo de nuestras vidas, a mis queridos amigos y hermanos de Venezuela, a Roberto Celedón mi abogado defensor de excelencia profesional y humana, a los Diputados que de forma desinteresada expresaron su solidaridad, en especial a Denise Pascal y a Sergio Aguilo, a Marco Henriquez-Ominami, a Chile Piensa, al Mostrador, y a los periodistas que informaron profesionalmente a la opinión pública, a los chilenos y chilenas que repletaron nuestros correos,  a quienes se manifestaron desde chile y el extranjero, a todos ellos, gracias por todo el esfuerzo, el cariño y la solidaridad desplegados para permitirme estar de nuevo en libertad y junto a mi hermosa y querida familia. Ustedes son los amigos que tengo, cuya amistad ha sido puesta a prueba y los engancharé para siempre a mi alma con ganchos de acero.
Para mí y creo que para todos nosotros, estos últimos acontecimientos significaron algo así como un “remezón” a nuestra propia historia, una suerte de recordatorio sobre el país en el que estamos viviendo; que la llamada reconciliación no es tal, que los llamados a mirar hacia adelante olvidando la historia son un error y que los revanchismos políticos siguen vigentes, con el mismo sello de quienes crearon y  apadrinaron lo sucedido  hace 37 años, ahora ensimismados con y desde el poder.  
Este es el contexto de la reapertura de la investigación del caso de Jaime Guzmán, lo que me parece legítimo y necesario para esclarecer hechos que aun puedan ser inciertos respecto de sus autores. Pero que a mi entender se desvirtuó, por la forma como esta se inicia, con un montaje absurdo apoyándose en una declaración construida desde una cárcel de Brasil, con todo un aparataje periodístico, para que su autor aportara aquellos elementos considerados nuevos y necesarios para reabrir el proceso.  
Un verdadero espectáculo que solo corroboró el hecho que para algunos en la política “todo vale”, sin importar si las afirmaciones  que se lanzan contra el adversario político  son  calumniosas, o si la verdad  de los hechos es obscurecida por una mentira repetida mil veces, jugando con ella, esperando que algo quede, algo de cierto y mucho de mentira. Así fui señalado arbitrariamente como supuesto autor intelectual de un delito que no cometí, por el cual me enviaron a prisión por casi tres meses y se me mantiene aún en proceso de investigación bajo la figura de libertad provisional.
Por lo que viví estos meses, por cómo se realizó este juicio, por la participación de testigos puestos en este acto teatral, por los personajes que se prestaron para ello, por la permanente ofensiva política y la presión evidente ejercida sobre la justicia por parte de los sectores interesados en ello. Por todo esto quedó en evidencia que la mirada al pasado y el revanchismo político aún están presentes.
En este contexto el objetivo es seguir desvirtuando y aislando a quienes piensan distinto, a la izquierda revolucionaria de este país, a las personas y organizaciones que valientemente lucharon en contra de una dictadura cuya historia sus herederos intentan ocultar o hacer olvidar.  
La historia de Chile no se puede cortar en dos, entre la realidad actual y una época pasada como si fueran procesos  desvinculados, contando los hechos a medias u ocultándolos. Como ha sucedido desde las gestas de la independencia, con las contradicciones y conspiraciones que terminaron con la vida de algunos de nuestros principales héroes nacionales, entre ellos Manuel Rodríguez y los Hermanos Carrera, hasta los eufemismos utilizados, como la llamada  pacificación de la  Araucanía, para ocultar verdaderas  matanzas en contra  del pueblo mapuche.
Por ello tenemos que rescatar nuestra historia y no permitir su tergiversación, partiendo de que el plebiscito de 1989 fue una gran derrota para la dictadura militar y un triunfo enorme de los chilenos. Sin embargo y en la práctica, este se transformó en una victoria para los supuestos derrotados.
Prueba de ello son los primeros años de los gobiernos de la Concertación con Pinochet como Comandante en Jefe del Ejercito y luego como Senador vitalicio, es el hecho que aun seguimos viviendo regidos por una Constitución diseñada para dar cobertura ideológica e institucional a la dictadura y que el modelo económico diseñado por los economistas de Pinochet, perdura y ha sido administrado eficientemente durante los últimos 20 años por los gobiernos democráticos, transformando a Chile, mas allá  de sus éxitos tecnológicos, económico financieros, y de los avances en su infraestructura, en uno  de los países con el peor índice  de desigualdades en la redistribución de sus ingresos. 
Todo ello ha contribuido a crear un manto de olvido y marginación, por acción u omisión, que actúa en contra de muchos chilenos y chilenas quienes luchamos en contra de la dictadura haciendo valer el derecho de rebelión y el derecho a la resistencia, reconocido en la declaración universal de los derechos humanos. A veces pareciera olvidarse que durante 17 años los chilenos estuvimos gobernados por una dictadura que ejerció el terrorismo de estado, violando todo derecho de las personas, una realidad que ¨nos autorizó¨ para ejercer la desobediencia civil y el uso de la fuerza con el fin de derrocarla y reemplazarla por un gobierno democrático y con legitimidad.
Quieran o no reconocerlo nuestros opositores, el derecho a la resistencia frente a un tirano como lo fue el régimen de Pinochet, existe desde la antigüedad. Se encuentra en las ideas de Platón San Isidoro de Sevilla y Santo Tomás de Aquino, incluyendo la  Revolución Francesa y la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de 1776.
Estos argumentos son el eje de mi defensa, por ello la aplicación de la ley antiterrorista para intentar condenarme es simplemente un intento de calificar mi actuación política bajo el manipulado concepto del terrorismo.
He reconocido con orgullo mi responsabilidad y mi papel en el FPMR desde sus orígenes hasta 1989, periodo en el cual la ética revolucionaria fue una práctica humanista, comprometidos en la teoría y la acción con la justicia social, con el cambio de la sociedad que es cuna de la desigualdad,  por una nación de ciudadanos en la cual la igualdad de oportunidades, el respeto a la diversidad  cultural, a las ideas, a la democracia, a la libertad y los derechos humanos constituyan su esencia.
Estos valores  que son parte de la historia del FPMR  y de la izquierda revolucionaria, nada tienen que ver con hechos tan reprochables como la persecución, la delación compensada y el asesinato como forma de hacer política, acciones que se orientaron en contra  de militantes y dirigentes de la propia organización. Por eso el asesinato de revolucionarios  acusados de traición nunca demostrada, solo basados en rumores y alimentadas en el revanchismo personal, o el asesinato de adversarios políticos indefensos como es el caso  de Jaime Guzmán y en democracia, no tienen cabida en el pensamiento ni en la acción revolucionaria, esos son actos delincuenciales.
Contrario a esto, durante toda la lucha anti dictatorial el esfuerzo permanente fue acercar las organizaciones a lo que quería el pueblo en ese momento, porque confiamos ciegamente en este y el entusiasmo que despertó el proceso de rebelión, de perderle el miedo a la dictadura, de no querer seguir viviendo intimidados y amenazados, fue la ratificación que ese fue un proceso justo. En este sentido nuestro rol fue mucho más allá de los requerimientos operativos de un aparato militar, con nuestras convicciones, con el ejemplo personal, con la actuación impresa por valores morales como la honradez, la responsabilidad, la solidaridad, la austeridad, se manifestaron en un actuar político práctico necesario frente a situaciones concretas en ese contexto histórico determinado.
Amigos, somos herederos de una valiosa historia, construida por cada uno de nosotros desde sus  perspectivas y compromisos,  la cual tenemos del deber de reescribir,  insertos hoy en  una sociedad democrática aun inconclusa. Desde nuestras posibilidades busquemos el punto de encuentro y no perdamos este impulso tremendo, reencontrémonos en torno a la cuestión de hoy, que es más democracia, aprendiendo  a respetar a los que piensan distinto. Es el respeto a la diversidad cultural, al medioambiente. Es una educación de calidad para todos los chilenos como base de un desarrollo nacional sustentable. Es la propiedad y el aprovechamiento de nuestros recursos naturales. Es la redistribución equitativa de la riqueza generada por quienes trabajan y por el empeño de los empresarios que aportan al desarrollo de la nación.
Más allá  de los discursos  está más que probado, que las fuerzas del mercado por sí solas y sin ningún control, son incapaces de actuar sin producir distorsiones y grandes desequilibrios sociales. Ese es el origen de la crisis mundial por la que estamos atravesando, que ha dejado en evidencia que el mundo en el que emprendemos, trabajamos y vivimos poco tiene que ver con aquel que nos toco vivir antes.  He allí el desafío.
Finalmente  me despido  de ustedes  con un fuerte  abrazo, la intención de esta carta es  como se inicia, para compartir  estas reflexiones y para agradecer a todos ustedes, por vuestra solidaridad con una pelea aun inconclusa y por la cual hay que continuar batallando y demostrar mi total inocencia.
Con cariño les comparto una vieja  frase actualizada por las contingencias inobjetables  de este  mundo nuevo e incierto….” No creo que seamos parientes muy cercanos, pero si usted es capaz de temblar de indignación cada vez que se comete una injusticia en el mundo, somos compañeros, que es más importante."

Feliz 2011

Enrique Villanueva  Molina

jueves, 16 de diciembre de 2010

QUE SE SEPA

    Recuerdo como si fuera ayer ese día de 1979 cuando me despierto con unos golpes en la puerta de entrada de la casa. Miro la hora y era demasiado temprano para que algo bueno llegara con noticias a despertarme de un sueño que no había sido tan reparador. Esperé unos minutos a que mi padre o mi madre se levantaran a atender la llamada, como no se pronunciaron me levanté un tanto confundido con lo que me esperaba al abrir la puerta. Era un primo de mi madre que sentado en la jardinera que adornaba el costado del portal me consultaba por ella con una voz que me hacía presagiar que era cierto eso de que nada bueno podía estar pasando. Le respondí que durmiendo y que pasara mientras la despertaba. Eso hice y a los pocos minutos mi madre lloraba y mi padre se confundía con la noticia, siempre pensando en su imagen más que en el dolor de mi familia. El primo de mi madre al poco rato de habernos contado que habían sido atacados en su parcela por una cuadrilla de carabineros que habían ametrallado todo y dinamitado desde diferentes flancos su propiedad, se acomoda en el sillón donde yo lo había dejado al recibirlo en la madrugada, y notamos un pequeño charco de sangre que de a poco fue creciendo hasta darnos cuenta que estaba muy mal herido. Había corrido más de 6 kilómetros con una bala de metralleta que le había atravesado el vientre, pero él con la impresión de los sucesos no había notado nada hasta que el cuerpo se le empezó a enfriar sentado en ese sillón de donde sólo se paró para subirlo a una camioneta en la que lo llevamos a la Iglesia San Agustín en La Serena donde operaba la Vicaría de la Solidaridad.  No alcanzamos a que entrara cuando una patrulla de militares nos detiene y a él se lo llevan detenido; por sus heridas fue trasladado al Hospital, fue operado y su recuperación fue en una camilla desvencijada y engrillado por todas sus extremidades como si en ese estado hubiese podido arrancar a una libertad que nunca necesitó expiar. Mientras eso le sucedía, con mi madre nos habíamos armado de valor y partimos a la parcela de mis tíos y al entrar encontramos unas patrullas de militares destruyéndolo todo. Hacían fogatas con los libros, los discos de música clásica, las partituras de piano, en fin con cuanto creían podía reflejar una conciencia político cultural que contrariara los mandatos del General. Mi madre empezó a vociferar que eran unos descabellados, inconscientes, brutos, animales; mientras tanto yo recorría estupefacto los alrededores en el que circulaba por los cráteres de las granadas o dinamitas que habían lanzado desde diferentes puntos tratando de hacer parecer que habían sido atacados desde dentro de la parcela. Mi madre me grita que me acerque y al lado de ella había una suerte de oficial de ejército que con desparpajo nos indica que “el viejo se había suicidado” y que “no era bueno que viéramos ese espectáculo grotesco en el que había quedado”.
    Con mi madre nos miramos, nos tomamos de las manos y caminamos hacia el interior de esa casa que me había cobijado desde niño. Veía cómo soldados con sus fusiles partían las paredes y desprendían los anaqueles botando al suelo cientos de recuerdos con los que crecí hacía lo que soy hoy. Entramos al dormitorio de mi Tío Daniel Acuña Sepúlveda y lo encontramos en miles de pedazos, algunos con restos de su cabellera, diseminados por todas partes de su habitación y baño. Lo habían asesinado arrojándole una granada; lo recogimos con nuestras propias manos, sin guantes: era nuestro Tío, lo quisimos, nos contó historias, nos educó. En una bolsa de basura negra cupo entero de a pedazos. La orden la había dado el Intendente de la Cuarta Región Don Patricio Serre, edecán de Pinochet.
    Ahora que han pasado tantos años, sin haber ningún detenido ni procesado por el crimen de mi Tío me encuentro escribiendo por primera vez esta historia pensando en mi amigo Enrique Villanueva a quien la “justicia” lo encarcela por la opinión de un delincuente que buscando granjerías desde Brasil  se transforma en aliado de la UDI. Qué vueltas tiene la vida, quién se iba a imaginar que la UDI iba a aliarse con un delincuente para encontrar un chivo expiatorio a la incapacidad de la concertación para mantener encarcelados a los asesinos de Jaime Guzmán. Quién se iba a imaginar que el OPUS DEI encontraría la manera de proclamar la mentira como mecanismo válido para hacerle un regalo a la madre de Guzmán. O para afianzar la Fundación con el nombre del Senador o para aprovechar que el gobierno actual es de ellos (bueno casi de ellos) y así hacer lo que les de la moral hacer. ¿Quién de ellos estaría dispuesto a encarcelar al Señor Serre por la muerte de mi tío Daniel? ¿Quién de ellos estaría dispuesto a destrabar los juicios por violación a los derechos humanos que aún pululan por los tribunales?, ¿Quién de ellos estaría dispuesto a lanzar la primera piedra aduciendo una moral a toda prueba?.
    Nos hemos llenado de satisfacción con el encarcelamiento de Enrique: porque nos hemos dado cuenta quiénes son sus verdaderos amigos y quiénes se han aprovechado de sus magníficos conocimientos en estos 6 años en Chile. Nos hemos llenado de satisfacción con el encarcelamiento de Enrique porque nos hemos terminado por convencer que en Chile no hay Justicia plena y por eso nos pondremos a trabajar por formar generaciones futuras que no sean como la UDI, como la Concertación, sino que sean personas íntegras capaces de reconocer los errores y reivindicar a los inocentes, personas que busquen el bien común y no “quedar bien con la Tía Errázuriz”.
    Nos hemos llenado de insatisfacción también con el encarcelamiento de Enrique porque se ha truncado  el acuerdo de reconciliación y de perdón y de oportunidad de reinserción que había promulgado a los cuatro vientos el Informe Rettig, el Informe Valech..en su tumba se revuelcan sus gestores dándose con la tapa del ataúd por haber creído en los políticos y jueces chilenos.
     Un hombre como Enrique y como tantos otros que no se quedaron en sus casas esperando que pasara la dictadura, son hombres valiosos, son hombres de verdad, son hombres patriotas, son hombres que habiendo visto que la manera de liberar la nación no era ya por las armas, se reinsertaron con preparación doctoral a mejorar la calidad de las relaciones entre las personas, las organizaciones y el Estado. Las universidades han visto y conocido su trabajo(aunque por temor y falta de solidaridad algunos hayan dado un paso al costado), las empresas han visto y conocido su trabajo, las personas que lo han conocido saben que una persona como Enrique nunca habría asesinado a alguien para obtener beneficios personales, como Hernández Norambuena y sus secuaces. Pero esas son las personas a las  que se les cree en Chile: a los delincuentes.
    Las personas luchadoras, emprendedoras e inteligentes que saben cuándo comenzar una nueva etapa, con nuevas estrategias de cambio societal, se les encarcela y se les apremia. Viva Chile!!..Viva la esperanza por un país con jueces libres, con decisiones libres, con políticos moralmente probos, con Presidentes serios, con Justicia equitativa!!!...Viva Enrique Villanueva y todos los revolucionarios que con cojones prestaron sus servicios a la liberación del yugo militar dictatorial; Vivan los revolucionarios que hoy desde la no violencia nos sentamos en el frontis de nuestras casas esperando que más temprano que tarde pasen al frente nuestro los cadáveres de los que asesinaron a mi Tío Daniel Acuña Sepúlveda, Jaime Guzmán y a miles y miles de compatriotas. Fuerza Enrique!!!!
Vicente Papic A.
Sociólogo
Magíster en Desarrollo y Comportamiento Organizacional
Magíster en Dirección Estratégica de Recursos Humanos
Diplomado Internacional en Gestión por Competencias

jueves, 9 de diciembre de 2010

MARCO ENRIQUEZ OMINAMI Y ANDRES PASCAL ALLENDE

El fundador del PRO, Marco Enríquez Ominami y Andrés Pascal Allende visitaron el lunes 06, en la cárcel de alta seguridad, a Enrique con motivo de cumplirse dos meses de su injusto encarcelamiento.
Ambos  líderes entregaron su apoyo solidario y manifestaron su preocupación por que se lleve un proceso justo.
Después de dos meses de una exhaustiva investigación, el viernes pasado el Juez Carroza determinó que no requiere de Enrique detenido para seguir el proceso investigativo, pero no pudo ser liberado porque se considera un "peligro para la sociedad".
"Esta es otra expresión de lo anómala que es la aplicación de la ilegitima Ley Antiterrorista y su aplicación en este caso, que no permite que con dos votos a favor y uno en contra se le otorgue la libertad, y más aún, que el juez que encarceló a Villanueva, pida su la libertad y esta no se concrete", señaló el ex diputado.
Por su parte, Andrés Pascal ofreció su solidaridad y apoyo incondicional para lograr la liberación de Enrique, a quien lo une una amistad de 30 años.

viernes, 3 de diciembre de 2010

DECLARACION CAMARADAS Y EX-PRISIONEROS DE LA FUERZA AEREA

 DECLARACION PÚBLICA DE LOS CAMARADAS Y EX-PRISIONEROS DE LA FUERZA AEREA EN APOYO A  ENRIQUE VILLANUEVA MOLINA

Los camaradas y ex-Prisioneros de la Fuerza Aérea de Chile, solidarizamos y damos testimonio de la absoluta honorabilidad y condiciones personales de nuestro amigo y ex- compañero de prisión, Enrique Villanueva Molina, encarcelado injustamente por la acusación de un crimen que no cometió, Los  verdaderos autores ya fueron juzgados y condenados, aunque posteriormente, se dieran a la fuga para no cumplir con la sentencia impuesta.

A Enrique Villanueva, se le tiene en la cárcel, como resultado de una declaración formulada desde el extranjero por uno de los asesinos del ex Senador Don Jaime Guzmán. Aunque el Sr. Guzmán, fue un estrecho colaborador intelectual de la Dictadura Militar que oprimió por largos años nuestro país, nosotros condenamos su asesinato y compartimos el dolor de su familia. Lo hacemos, con la misma firmeza y convicción con que condenamos los encarcelamientos, las torturas y el exilio sufrido por Enrique y nosotros mismos,  por defender nuestra Constitución en contra de las maniobras golpistas orquestadas desde los Estados Unidos, contando con la complicidad de los Partidos de Derecha y los grupos fácticos de nuestro país. Nuevamente hoy, y por influencia de los mismos de ayer, Villanueva, otra vez esta injustamente encarcelado, bajo el absurdo de acusarlo, basándose en las declaraciones de un delincuente que cumple condena en Brasil.

Se le encarcela, como venganza, por haber luchado en contra de la Dictadura desde el Frente Patriótico Manuel Rodríguez acto en que él, no niega su militancia ni tampoco el rol jugado en esa organización, sino muy por el contrario, el reconoce su participación y se subscribe a la lucha de aquellos años cuando nuestra juventud, conjuntamente con los distintos sectores democráticos del país, hacían uso del  internacionalmente reconocido “Derecho a la Rebelión” para cuando un pueblo se levanta en rebeldía en contra de un régimen que asesina, hace desaparecer y tortura a sus propios compatriotas.

Hoy en día, son muchos los testimonios que acreditan, no solo dentro de nuestro país sino que también en el extranjero, su capacidad intelectual. Este hecho demuestra que Enrique Villanueva, se encuentra profundamente inserto en nuestra sociedad democrática y es mas, también participando activamente, en la formación de los futuros profesionales que serán mañana de gran beneficio para nuestro país.

Enrique Villanueva nuevamente es victima de una persecución y venganza política del mismo sector que ayer lo encarcelo y que no le perdona haber defendido la Constitución en 1973 ni mucho menos aun, su lucha posterior en contra de la Dictadura.

“Enrique Villanueva debe ser puesto en libertad incondicional y a la brevedad posible”

Camaradas y Ex-Prisioneros Militares
Fuerza Aérea de Chile


domingo, 21 de noviembre de 2010

DOCENTE UNIVERSITARIO

Estimado amigo: Como docente de la Universidad de Los Lagos, como ex Presidente de la Asociación de Académicos en cuya representación me correspondió conocerlo e interactuar con Ud. en múltiples oportunidades y como amigo, por cuanto recibí de Ud. la confianza y el aprecio que otorgan los lazos de una amistad franca y leal, me permito manifestarle mi pesar por los difíciles momentos por los que está pasando.
La vida del Hombre es un caminar hacia Dios entre espinas y abrojos, entre luces y sombras, entre dudas y certezas. Y en este caminar todos hemos tenido que retroceder, enmendar rumbos y empezar de nuevo, a veces por nuestros descuidos y errores, a veces por los escollos del camino, por las tempestades que asedian, por las trampas que abundan.
Lo importante, es mantener el paso firme y la mirada puesta en el destino final. Con fe y esperanza, con paciencia y sabiduría, con humildad y fortaleza, llegaremos siempre al reino de la paz, al valle de la quietud, al venero de la verdad. Animo amigo y cuente conmigo y con la seguridad de mis modestas plegarias.
Le saluda afectuosamente,
Alejandro Sánchez Magnoni.