Yo no soy chilena, conozco ese hermoso y triste país desde hace más de 15 años, sabes que me encantaron sus cordilleras, su clima, sus ríos, su nieve, pero me aterraron sus personas, no encontré nunca la explicación de tanta amargura dentro, nunca supe entender por qué la carcajada era tan difícil de conseguir y sobre todo, no lograba entender bien lo que decían o pensaban pues la palabra no me coincidía con la mirada fija de los hombres cuando hablan con el corazón, muchas veces me pregunté por qué tanto odio concentrado contra sí mismo, cuanto rencor guardado, y que manera extraña de alimentar las pesadillas…..no podía entender un proceso que no viví, además de ser el resultado de una vida, en un medio diferente, pero te juro que traté de encontrar la esencia.
Me relacioné con gente a las que ustedes allí les llaman de izquierda, otros de derecha, en ambos casos encontré personas inteligentes, ignorantes, corruptos, hombres con ética y también sin principios, de verdad que me costó trabajo asumirlo, pero llegue a la conclusión gracias a los chilenos, que el problema no está en la izquierda o la derecha, sino en el ser humano, quizá por eso Martí decía…” haga hombres, quien quiera hacer pueblos”..
En medio de semejante impresión conozco a Enrique Villanueva, como catedrático de una Universidad y de repente se me trastornaron las sensaciones pues estaba ante un chileno diferente a todo lo visto, un hombre inteligente, humilde, sencillo, con capacidad adaptativa increíble y con cualidades que no había podido encontrar en esa tierra: jamás lo escuché quejarse por nada, siempre con una sonrisa franca en su rostro, dispuesto a ayudar a quien lo necesitara y a felicitar sin envidia a quien progresara. Comencé entonces a entender que la diversidad humana existe en todas partes, aún en condiciones objetivas similares.
Creo que como todo es relativo, lo que es justo y cierto para unos, no lo será para otros, lo que para unos puede ser un calvario para otros es una dulce venganza, lo cierto es que como siempre, la justicia y la verdad de los hombres se asocia al PODER, y como tenemos una vida, siempre salen perjudicados los hombres y los pueblos. Es penoso que Chile, un país con tanto por hacer, con tan merecido reconocimiento en sus avances como país, no logre acabar con el peor de sus enemigos: el odio visceral entre sus hombres, es una lástima que no puedan hacer un alto y decir ....BASTA YA, …en honor a los que no están, a todos; a los aborrecibles y a los abrazables, permitamos a nuestros hijos crecer amando y construyendo.....
Por la confianza que nos une, me atreví a decir lo que pienso con la mano en el corazón, me da realmente mucha pena saber que esto está pasando y no podía dejar de expresarlo.
No sé cual dirán es la verdad sobre Enrique, a mí realmente no me interesa conocerla, yo tengo mí verdad hace muchísimo tiempo y la mantengo, es simple, pero para mí válida:
….”Los hombres son como los astros, que unos dan luz de sí y otros brillan con la luz que reciben..
Enrique Villanueva, es de los hombres que dan luz de sí…
No sé cual dirán es la verdad sobre Enrique, a mí realmente no me interesa conocerla, yo tengo mí verdad hace muchísimo tiempo y la mantengo, es simple, pero para mí válida:
….”Los hombres son como los astros, que unos dan luz de sí y otros brillan con la luz que reciben..
Enrique Villanueva, es de los hombres que dan luz de sí…
Un fuerte abrazo;
Ileana Musibay
Ileana Musibay